Las 22 ciudades mejores, según el sector tecnológico

Se ha publicado esta semana una lista con las 22 ciudades más atractivas para el sector tecnológico mundial. La ciudad de Austin encabeza la lista, capital de Texas y sede del gigante Dell. Pero sobre todo con una Universidad muy reconocida a nivel tecnológico.

Si analizamos los factores que llevan a unas ciudades a diferenciarse  de otras, siempre vemos que las posibilidades se asientan en pocos factores. 

Calidad de vida. 
Posibilidad de tener excelencia entre sus habitantes. 
Una reconocida universidad. 
Buenas comunicaciones. 
Barrios saludables y ciudades amables. 
Ciudad con muy alto nivel de inglés entre sus habitantes.
Alta vida social. 
Seguridad y tranquilidad. 
Zonas verdes. 
No excesiva distancia desde los polígonos industriales y las nuevas zonas urbanas de calidad.

Las ciudades españoles no figuran en esta lista, ninguna llega a estos puestos aun teniendo una alta calidad de vida. 

No sirve de mucho ser buenos en un punto, sino que hay que serlo en todos, para atraer las inversiones que pueden escribir el futuro. 

¿Nos pondremos a trabajar en ello, desde las ciudades españolas, para intentas ascender en estas listas? Si nos fijamos en la lista de lo que se solicita, todos los factores son positivos para todos los vecinos de la ciudad.

Zaragoza y sus 7 kilómetros de vías verdes en el centro

Las ciudades tienen parques como pulmones verdes para esponjar el tráfico, el urbanismo, las sensaciones de agobio de las grandes urbes; para también poseen paseos verdes, no siempre bien aprovechados y que deberían llenarse de más arte, de nuevos paisajes urbanos, de elementos que acompañaran las miradas de los paseantes.

Hemos perdido en muchas de las grandes ciudades el concepto de bulevares, o zonas centrales verdes y de paseo tranquilo en las grandes avenidas de los centros urbanos, a cambio de…, si acaso, ampliar las aceras de esas mismas avenidas, creyendo que es lo mismo. Peor es sin duda cambiar los bulevares por carriles para más vehículos, pero la solución para humanizar las ciudades no pasa (sólo) por ampliar aceras.

Un paseo con las aceras ampliadas es casi siempre un gran espacio frío, más pensado para ir y venir…, y en el camino observar los escaparates para atraparnos. Pero un paseo central o un bulevar es para aprovechar su paisaje descansando, pues permite un uso de los jardines y árboles, si se sabe diseñar el conjunto de la calle “verde” con arreglo al concepto de parque.

En Zaragoza tenemos dos ejemplos negativos ambos, y que son los que han marcado las decisiones posteriores. Optamos por quitar el paseo central en su momento, del Paseo de Independencia, y no tuvimos agallas de volverlo a poner cuando tocaba y se hicieron obras que comenzaron con un posible aparcamiento subterráneo y terminaron en un paseo frío y gris.

Tenemos el bulevar en la Gran Vía, junto a este otros en Sagasta o en Constitución, pero todos ellos pecan de pobreza en su diseño, excepto si acaso el de Constitución, que asemeja algo más a un paseo francés.

El ejemplo mínimo de diseñar en positivo un paseo sería el Paseo de la Constitución de Jaca, donde con más de un siglo de vida, supieron hacer un diseño que lo ha convertido en parque más que en una calle para pasear. La espesura de sus zonas verdes y los trazados finales, invitan a descansar, a un uso como parque y no como zona de paso. El bulevar central no es para “ir” sino para quedarse.


¿Alguien se puede imaginar una Zaragoza con los paseos de Independencia, Sagasta, Constitución y Gran Vía, casi en aspa, convertidos en parques urbanos de verdad? Estamos hablando de unas líneas en el centro de Zaragoza, de más de 3,6 kilómetros lineales de parque urbano. ¿Y si añadiéramos también el paseo Pamplona y el de María Agustín hasta hacer los 5 kilómetros de vías urbanas verdes para disfrutar de una ciudad diferente? ¿Y si también añadimos otros 2 kilómetros más, arreglando todo el cauce del río Huerva que transcurre en paralelo a estas vías anteriores? Serían 7 kilómetros de vías verdes en el centro de una gran ciudad. ¿De verdad pensamos que son ideas imposibles? ¿Miramos a Vitoria, por poner un ejemplo cercano?

El parque paseo de la Constitución de Jaca



El parque paseo de la Constitución de Jaca, en Huesca, es uno de los parques públicos más antiguos de España, pues data del año 1902 y se conservan todavía algunos ejemplares de árboles de la época. 


Un espacio claramente diferenciado en dos partes que se funden casi sin darnos cuenta. Un inicio donde con juegos infantiles, el quiosco de música y una zona más abierta al sol, se puede considerar más una zona de invierno para estar arropado por la soleada del medio día, y otra zona al final del parque donde toda la vegetación se ha cerrado, creando unos espacios oscuros donde el sol del verano no logra entrar.


Fue diseñado por el ingeniero D. Ricardo Salas a instancias del ayuntamiento de Jaca, para crear un crecimiento de la ciudad que arropara a grandes villas de descanso y al edificio del antiguo seminario conciliar.

Bosques dentro de algunos edificios modernos. Torre Tao Zhu Yin Yuan

  En Taipéi, una ciudad china de unos tres millones de habitantes, se está construyendo en su skyline, la torre Tao Zhu Yin Yuan, también conocida como Agora Garden, con un diseño rompedor que no deja indiferente a nadie, y que dicen sus arquitectos que ayuda al medio ambiente, siempre dañado en la grandes ciudades industriales. ¿Caminaremos en el futuro hacia edificios mucho más sostenibles? Sin duda. pero a la vez, deberemos diseñar edificios más capaces de tener un precio de uso o adquisición y mantenimiento que también sean sotenibles.

Y con el atractivo añadido de la sostenibilidad la han puesto en primer lugar de la publicidad para que los precios de este edificio suban como la espuma. La estructura del edificio es la suma de todas las teorías de Vincent Callebaut, un arquitecto que promueve el aspecto ecológico en sus edificios.

Este edificio terminará de construirse a finales de este 2017 y la torre contará con más de 23.000 árboles que se distribuirán en los amplios balcones de las terrazas, posibilitados por la forma de doble hélice.Por la acción de la vegetación que permite la estructura del edificio, este podrá absorber hasta 130 toneladas de emisiones de CO2 al año, según el arquitecto. Es en realidad un gran bosque urbano que aúna el uso de las personas en un edificio vertical con la necesaria sostenibilidad contra la contaminación.

Pero nada es perfecto, y para ello es necesario que este edificio sea una estructura de viviendas de lujo que puedan permitirse el coste de mantenimiento del edificio, y su NO degradación con el uso. Estamos hablando incluso de un edificio sin garaje pues los apartamentos son de un gran tamaño y cuentan con un ascensor que sube cada coche a la propia vivienda. Superficie enorme de vivienda, en una ciudad y un país donde las viviendas son más pequeñas que las europeas.


¿Existe la arquitectura fea? ¿O es nuestra forma de mirar?

No siempre la belleza admitida es la que se apodera del símbolo de la arquitectura más moderna. Aunque debemos admitir que la belleza o la fealdad es algo muy subjetivo, sobre todo en el arte. 

Juzgar a un edificio por su aspecto exterior es una decisión coja, no completa. La utilidad se da en su interior, y aunque todo suma (o resta), los aspectos exteriores hay que verlos mas en su relación con el entorno, que con el propio edificio. ¿Qué quiere decir un edificio? ¿De qué manera se quiere expresar con su entorno?

Os he dejado seis edificios catalogados como “muy feos”. Sin duda son diferentes, que es otro adjetivo. 

Pero para saber su utilidad visual debemos contemplarlos desde su entorno, desde el lugar donde estás montados. Pueden ser edificios que se hayan apoderado de toda la zona y entonces lo feo sea lo que envuelve al edificio. O puede ser que efectivamente el arquitecto tuviera un día horroroso.

En arquitectura un edificio actual puede tener una vida de entre medio y dos siglos. Depende de muchos factores, entre el que se encuentra su desubicación con el entorno. 

Pero un error en el diseño urbano, con el diseño del urbanismo, puede durar 1.000 años. En urbanismo las decisiones se van sumando a lo que hay y a lo que vendrá. 

No se puede desmontar o derribar un barrio, una avenida, un parque, tras un error del diseñador urbanista. Alrededor de esa decisión van surgiendo otras que se van añadiendo. Un edificio al final, si no cumple su misión siempre es más sencillo de derribar. Excepto el Algarrobico.

Hablemos del futuro de las ciudades

Nunca es fácil augurar qué veremos en el futuro, de qué forma vamos a ver los cambios en nuestro hogar, en nuestras calles, en nuestras relaciones con la sociedad que nos seguirá envolviendo. Podemos jugar a imaginar, que es un ejercicio fácil o podemos agarrar los indicios e imaginar nuestras ciudades y relaciones de hogar, con arreglo a los cambios que ya se asoman por las nuevas tecnologías, y sumarlos al modo actual de vivir.

Es verdad que estamos intentando crear sociedades amables, entretenidas, apagadas también para poderlas dominar, y eso nos lleva a crearles entretenimiento barato, constante y que sepa sujetar los pensamientos críticos. Se crearán sociedades más líquidas, menos estables, más ociosas, pues la productividad y el beneficio no estará tanto en la producción como en el consumo.

Unos de los procesos a los que nos vamos a tener que acostumbrar es al de la seguridad pasiva. Las cámaras nos van a vigilar más todavía y si hay dudas con viajar a Londres nos podemos hacer idea de hasta donde se puede llegar. El dinero dejará de existir, se convertirá en números, en tarjetas, en modos de pago donde las monedas no tienen cabida.

La formación será imprescindible para lograr un puesto de trabajo incluso bajo. Se acabaron los analfabetos que no conozcan al menos tres idiomas, y una capacidad real de saber expresarse tanto oral como por escrito, defender tus opiniones en público, tener unos conceptos mínimos de economía, sociología o cultura moderna. Crecerá el analfabetismo, a costa de aumentar mucho el listón de punto de partida. Los conceptos mínimos para poder ser considerado “normal” serán mucho más altos.

La salud reemplazará a la sanidad. Tú serás responsable de tu salud, y acudirás de forma presencial al médico mucho menos que ahora. La sanidad no será gratis, las medicaciones serán diferentes y más personalizadas, en tu propio DNI figurará tu historial médico al que podrán acceder desde cualquier hospital y los precios de la sanidad dependerá del tipo de enfermedades. Si se deben por un cuidado de la salud personal deficiente, los precios serán mucho más altos.

Tu hogar será un lugar mucho más amigable y cómodo. Movible y readaptable interiormente, agradable como cueva que arropa pues se irá llenando de comodidades artificiales que te hagan creer la artificialidad. Por ejemplo con menos metros pero adaptables decorativamente puedes llegar a creer que dispones de mucho más espacio y con ambientes y paisajes que cambian. Pero por otra parte la pobreza aumentará y la diferencia sociales crecerán, excepto que sigamos creyendo como sociedad que o lo evitamos, o nos estamos atacando en nuestro propia línea de flotación en la seguridad más violenta.

Y he dejado para el final el concepto de ciudad del futuro. Es inevitable perder el concepto de “ciudad” para rescatar el de “barrio” o “distrito” pues la ampliación del tamaño de las ciudades hacen que se tengan que trocear en células pequeñas. Esto tiene sus ventajas, pues entrarán las supermanzanas en juego, con los servicios básicos en cada una de ellas, incluidas las zonas verdes paisajísticas. Es posible que dejemos de ver las clásicas plazas tipo inglés o francés, para ver más pequeños trozos de Central Park. Tendrán que volver las construcciones verticales, pero con grandes terrazas. Y un diseño de control exquisito del tráfico en esos grupos de edificios, creando dos tipos de calles totalmente (más) diferentes. Las interiores y las grandes avenidas. Ya existen, pero con diferenciación mucho más marcadas.