No todo es negativo en Zaragoza. Seamos positivos


La suciedad en las calles de las grandes ciudades es muchas veces excesiva, se da sobre todo en las grandes urbes. Aunque sean ciudades con nombre, a las que consideramos importantes. No hemos sabido hacer bien el trabajo de limpiar y el de no ensuciar. 

Esta papelera es de Berlín, de una de las calles más visitadas de la ciudad por los turistas. Es urbanismo cochino.

Se vacía regularmente, y es verdad que no en todos los casos es así, pero esta en concreto estaba vacía. Aunque si observamos el suelo, la cosa cambia. la suciedad urbana es insoportable. Si vemos los pilotes de separación de acera y calzada, vemos lo mismo.

Esto es Berlín, sucede algo similar en New York. 

Nuestros barrios en por ejemplo Zaragoza (España) están muchísimo más limpios, posiblemente por el sistema que tenemos en España de división de las grandes ciudades en Distritos con sus propios procesos de participación y gobierno urbano.

A los niños en Alemania se les quiere menos que en España?


En España estamos en los últimos años dentro de la super protección a nuestros hijos. Todo movido por algunas denuncias y sentencias, que cuando un niño sufre un accidente en un jugo infantil, algunas familias tienden a denunciar a los Ayuntamientos como responsables.

Eso se intenta evitar con juegos infantiles muy estudiados, blandos, con suelos acolchados, con cantos en redondo, y en donde si es posible, no haya ni rasguños. Bien, diríamos que ese sistema es así, y punto.

Pero no en todos los países europeos es como en España.

Este juego infantil es de Alemania, sería un juego infantil imposible de lograr los permisos en España. Es como que los alemanes no quieren cuidar tanto a  sus niños. ¿De verdad es por eso?

Super proteger es negativo, y se sabe e incluso se dice. Pero nadie quiere tener responsabilidades impuestas o añadidas por sentencias judiciales. Así que se opta por lo sencillo. Pocos juegos y muy estudiados, aunque sean aburridos y todos iguales.

Se acabaron los tiempos en los que los niños jugábamos en la calle, nos hacíamos raspazos o incluso heridas, y simplemente era una experiencia más. 

Subirse a un árbol está prohibido, coger caracoles está prohibido, jugar en la calle es aburrido pero nos quejamos de que siempre estén unidos a un teléfono móvil. Pero las calles están llenas de decenas de otros peligros mayores, y allí no somos capaces de actuar, de resolver, de evitar.

El urbanismo de las ciudades también se destruye con facilidad


Cuando hablamos de urbanismo de ciudad, siempre pensamos en ideas para mejorar ese urbanismo, la vida de los ciudadanos que viven dentro de esas localidades. Hablamos de parques, de zonas comunes, de ocio o tráfico, de cultura.

Pero las ciudades también son objetivo de las guerras. 

Las ciudades también son desde hace siglos un espacio en donde como viven personas, más sufrimiento se puede infligir al enemigo.

Por eso destrozar ciudades y su urbanismo es objetivos de ejércitos, de sociedades en guerra. Aunque suene a barbaridad que los objetivos no sean pelearse en el campo, sino en las ciudades, destrozando ciudades, matando a inocentes que viven en las ciudades.

La imagen es de Gaza de este 2024 pero podría ser cualquier ciudad de Ucrania o de Siria en 2023. Hay tantos ejemplos que damos miedo.